sábado, 18 de junio de 2011

Profes

Muchos me han preguntado por qué nombré Impeesa a mi blog 

sobre educación. Si bien lo explico en la etiqueta Bienvenidos 

comparto con ustedes  este artículo escrito por un gran educador/ 

scout con el que entenderán la gran similitud que existe  entre 

ambos sistemas  educativos. Espero que lo disfruten.

Los modelos de rol y la interacción del grupo de pares

En la entrada previa definimos que los dos motores que empujan al joven a progresar son, por un lado, el ejemplo e influencia (liderazgo y modelo de rol) de los mayores y, por el otro, la cooperación dentro de un grupo del pares.
Cuando el dirigente scout explica o recuerda a un joven el objetivo de una actividad, él o ella lo escucha porque adopta la actitud del “respeto unilateral” mencionado previamente. Este respeto se basa en que la persona más experimentada es un ejemplo vivo de lo que propone y el joven comprende lo que se le propone porque toma a esa persona como modelo de quien lo vive a diario.
Pero si esta situación se mantiene así siempre, se corre el riesgo de caer en una relación de dependencia, por lo cual es necesario contrabalancear el “respeto unilateral” con el “respeto mutuo”.
Ese contrapeso se da a partir de la cooperación con su grupo de pares donde el joven pone a prueba la utilidad de adoptar determinada actitud o desarrollar una habilidad particular, por ello, uno de los ejes del “sistema de patrullas” es el entrenamiento hacia el “auto-gobierno”.
Cuando los mismos jóvenes elaboran sus propias leyes que reglamentarán la vida del pequeño grupo (como la patrulla o el equipo), eligiendo ellos mismo su propio gobierno, adquieren la posibilidad de aprender a través de la experiencia en que consiste la obediencia a la regla, el sentido de pertenencia y la responsabilidad personal.
El “sistema de patrullas” se basa en la reciprocidad. La cooperación entre pares dentro del pequeño grupo conduce a una crítica mutua que refuerza la objetividad de los juicios, construye la auto-estima, ayuda a valorar al otro y permite a cada joven descubrirse mejor a si mismo.
A esta altura queda claro que los objetivos educativos del Movimiento Scout no son solamente un modelo propuesto por el adulto, sino que toman sentido a través de la vida de grupo, los esfuerzos de cada un por cumplir con las responsabilidades asumidas, así como las opiniones expresadas por sus pares durante las evaluaciones colectivas.
Así, a partir de esta interacción enriquecedora, cada joven gradualmente incorporará a su propio plan de adelanto los objetivos educativos propuestos.
Siempre listo, rodrigo
Rodrigo Gonzalez Cao

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